sábado, 27 de septiembre de 2008

Crónicas de un cerebro desempleado- Capítulo IV

15 de Julio de 2008


El monstruo verde me acecha y vive bajo mi cama!!
No puedo evitar sentir un poco de envidia al ver que mis amigos tienen trabajo, aunque lo aborrezcan, y yo no...lo sé, es malo sentirse así pero que puedo decir, sólo soy humana (al menos eso me dicen mis padres jeje).
Salir entre semana con ellos es difícil, todos tienen horarios diferentes y yo todo el día libre, así que pues digamos que soy la que se adapta a los horarios de todos.
Es humillante que mientras ellos dicen: me tengo que levantar temprano para ir a trabajar, yo digo: me tengo que levantar temprano para lavar los baños...que triste!
Ya me cansé de esperar a que me llamen de los lugares a los que he mandado currículums, de verdad que eso te baja la autoestima, porque muy políticamente te dicen: no eres lo suficientemente buena para nosotros, o: me puedes quitar mi puesto asi que mejor no te contrato. Otros idiotas piden años de experiencia, cómo diablos voy a tener experiencia si no me dan trabajo?!
Espero sacarme algún día el melate (EN SERIO!!) (bueno, yo y todo México jaja), poner mi negocio y contratar a la gente que como a mí nadie quiso dar oportunidad o que perdió su trabajo por tener un jefe paranoico, como el mío, que logró que detestara uno de los trabajos que más he disfrutado...
Ya verán...o como dice el comercial..."YA ME VÍ"...

Crónicas de un cerebro desempleado- Capítulo III

20 de Mayo del 2008


Aburrimiento crónico, otro mal que acecha a mi cerebro desempleado.
Encontrar desesperadamente algo que hacer se vuelve casi una misión imposible (chale, ahora no podré sacar esa tonada de mi cabeza...).
Otro problema del desempleo es que cuando terminas de hacer tus deberes en casa no tienes nada que hacer. Estos momentos de aburrimiento pueden ser nefastos, incluso depresivos, sin claro bastar la depresión en la que me encuentro por no tener trabajo.
Ya terminé de arreglar mi cuarto, ya vi otra vez mis películas favoritas por décima vez, o quizá más...ya reacomodé mis películas por género, pasé en limpio la lista de las que quiero comprar, revisé mi inventario (si, inventario, porque por muy bizarro que se escuche es muy efectivo, digo no gasté casi la mitad de mi sueldo en películas para encontrar que me falta una por alguna razón inexplicable que termina siendo que un duende la tomó prestada pero casualmente aparece en el cuarto de mi hermano), hasta le saqué punta a mis colores...otra vez.
Pensar que hacer desgasta, aún más que la depre del desempleo...dormiré, aunque espero que NO PARA SIEMPRE...

Crónicas de un cerebro desempleado- Capítulo II

01 de Mayo de 2008


Vacaciones, un lujo que como desempleada no me puedo dar. No es como que viaje mucho pero al menos me agradaba la idea de tener dinero por si se me "ofrecía" o me salía un viajecillo por ahí.
Ahora la única posibilidad de broncearme es cuando salgo a tender la ropa y eso sólo dos veces por semana o cuando voy manejando, que sólo es el brazo izquierdo, así que tengo bronceado de chofer, los brazos muy quemados pero con la manga de la playera marcada.
Gasolina, casetas o boleto de avión, hospedaje, comidas, compras...y la lista sigue y nunca acabas porque no falta cualquier imprevisto o antojito.
Ya estoy resignada a no salir de viaje. Aunque parezca que como no tengo empleo estoy siempre de vacaciones, no es así. De verdad, nada me gustaría más que poder decir que vivo siempre de vacaciones, pero no es lo mismo tener tiempo de sobra y pasartela encerrado a salir de la ciudad y visitar otros lugares.
Mis únicos "viajes" son cuando voy a comprar el mandado o salgo a pasear a mis perros.
En fin, salir de viaje es como la navidad, ahorras todo el año para que solo te alcance para una semana y eso recortado en gastos porque volver a tu realidad y sin dinero, ESTÁ CAÑÓN!

Crónicas de un cerebro desempleado- Capítulo I

28 de Abril de 2008


Tiempo libre, demasiado para mi gusto, pero pues que se le puede hacer, es algo que me sobra en estos días.
No es que yo quisiera estar desocupada pero digamos que el destino asi lo quiso.
Me he puesto a pensar, algo que me encuentro haciendo en exceso últimamente, en cuántas veces supliqué al cielo estar sin las presiones del trabajo, sin horarios estresantes, sin jefes castrantes...en fin, todo lo que significa tener un empleo, pero ahora...siento decir muy a mi pesar que volvería sin chistar a sufrir todos los padecimientos existentes provocados por el estrés con tal de tener algo que hacer con tanto tiempo libre.
Estoy cansada de pensar, de pasar las horas tratando de encontrar algo interesante que hacer o por lo menos hallar una actividad que no requiera embobarme con la televisión o recordar traumas infantiles. Lo he intentado todo, desde leer un libro hasta contar los ladrillos de la pared del vecino, sólo para percatarme de que cuando estoy por terminar tengo que empezar de nuevo porque perdí la cuenta.
A esta edad ya no me quedan muchas cosas por hacer, al menos las que no requieren dinero, porque desafortunadamente no te pagan por ser un cerebro desempleado, que siendo sincera es más complicado que ser un cerebro empleado.
Tendré que buscar un nuevo hobby, coleccionaré insectos o tapas de refrescos, lo que sea para matar el tiempo, aunque tal vez esa sea la solución, MATAR AL TIEMPO...