jueves, 15 de diciembre de 2011

jueves, 27 de octubre de 2011

En la oscuridad

Desperté de repente asustado y desorientado, tengo el cuerpo adolorido y me siento muy cansado. Me falta el aire, intento mantenerme tranquilo pero no puedo, quiero saber dónde estoy, necesito saber dónde estoy.
No puedo moverme. Abro los ojos pero está tan oscuro que parece que los tengo cerrados. No hay ruido, lo único que escucho son los latidos de mi corazón.
La ansiedad me invade y no puedo concentrarme. Es un sueño, tiene que serlo, pero no, mis ojos están abiertos, sé que no estoy dormido, creo que no estoy dormido, o a lo mejor sí lo estoy, a lo mejor todo esto no es más que una horrible pesadilla de la que pronto despertaré, estoy seguro, y me reiré por haberme alterado tanto.
—¡Despierta! —grito— ¡reacciona de una vez!
No funciona, no sé qué hacer, tengo miedo, mucho miedo.
De repente me invade una angustia terrible, creo saber qué es lo que me pasa. ¿Será cierto?, ¿será posible? No lo creo, es completamente absurdo, me río a carcajadas, no puedo aceptarlo, no debo aceptarlo.
—¡Ayuda!, ¡por favor, que alguien me ayude!, si estoy dormido despiértenme, lo ruego, que alguien me despierte, por lo que más quieran, díganme que esto es sólo un sueño. 
Nada, nadie me escucha, estoy cansado de gritar, estoy solo. No sé qué hacer, tengo que reaccionar. Tal vez deba esperar, alguien tiene que darse cuenta. No, no puedo, necesito aire, necesito salir, no puedo respirar, no puedo seguir aquí. Por favor, ¡que me dejen salir! ¿Por qué no se dan cuenta?, ¿que no me han oído?, ¿que no pueden ver que me enterraron vivo?

domingo, 2 de octubre de 2011

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Extracción

Le dijo que abriera la boca. Cuando lo hizo introdujo unas pinzas. De un jalón sacó un pedazo de su alma. El resto lo sacó por los oídos.

Se fue

La perdí. No sé cuándo ni dónde, pero la perdí. Un momento estaba ahí y al siguiente se había ido.
Nunca imaginé que la extrañaría. No la veía todo el tiempo, ni jugaba mucho con ella, pero era parte de mí, y perderla, me dejó una sensación de vacío.
“Me vas a perder, si no me cuidas me iré y no voy a volver, aunque me ruegues que aparezca otra vez. Te vas a sentir sola cuando yo no esté.”
Cuánta razón tenía. La extraño.
Una tarde la veías caminar por las calles y otra la encontrabas escondida al lado del librero. Le gustaba acariciar los libros, pero nunca leerlos.
Un día era gorda y enana, y otro era alta y muy delgada. Le encantaban los días soleados, aunque la verdad, yo los detestaba. Pero ahora que ya no está, ansío esos días de sol cuando jugaba con ella mientras venía el camión.
Andaba siempre conmigo. En ocasiones se detenía a ver los aparadores de las tiendas, y antes de que pudiera voltear para regañarla, aparecía a mi lado de nuevo como por arte de magia.
Recuerdo que cuando era niña le platicaba todo lo que me pasaba. Mi mamá no la dejaba entrar a la casa, así que se escondía debajo de la ventana. Esperaba hasta que me dejaban salir a jugar. Nuestro juego favorito era el bebeleche. Yo siempre iba primero y ella detrás de mí.
Es verdad, no la cuidé. Era mi sombra y la perdí. No sé cuándo ni dónde, pero la perdí. Un momento estaba ahí y al siguiente se había ido.

domingo, 18 de septiembre de 2011

No está sola

Cada vez que se veía en el espejo encontraba rostros diferentes. Fue entonces que se dio cuenta de que tenía múltiples personalidades.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Lluvia

Un día que el cielo se pintó de gris, una nube se peleó con sus inquilinas. Enojadas escaparon mientras la nube lloraba. Se fueron sin pagar la renta.

La bruja y el ratón

Lloraba la bruja en su madriguera, porque el ratón la perseguía con una escoba.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

¿En qué le gustaría reencarnar a un grillo?

Los grillos son considerados por muchos de nosotros como insectos molestos y ruidosos que no nos dejan dormir, y que por alguna razón, que encontramos inexplicable, les gusta posarse sólo en las noches en el alfeizar de nuestras ventanas para ponerse a cantar.
Nos quejamos y nos quejamos, pero, ¿en algún momento nos hemos puesto a considerar lo que ellos sienten o lo que piensan sobre nosotros?
Puede resultar difícil imaginar a un grillo como un animal pensante, pero, ¿qué pasaría si cada noche que lo escuchamos hacer ruido, en realidad se está haciendo muchas preguntas a sí mismo?, ¿y si estuviera pensando en qué le gustaría reencarnar?
Después de mucho pensar, llegué a la conclusión de que posiblemente le gustaría reencarnar, por ejemplo, en un músico, más específicamente en un violinista, y estar en una gran orquesta tocando la música de Beethoven o de Mozart. Tal vez se escuche como un cliché caricaturesco, pero a lo mejor lo que para nosotros no es nada más que ruido, para él es música. Me imagino que podría ser, si no es que lo es, muy bueno, digo, si practica todas las noches, algo decente tiene que salir de tanto ensayar.
Ser un defensor de los derechos animales o un superhéroe que salva a sus amigos de las arañas y otros animales, incluidos nosotros claro está (porque a lo mejor nuestros zapatos han asesinado a más grillos que las arañas que hay en el patio de nuestras casas), un héroe que protege a sus semejantes, que lleva mallas rojas y un traje azul con una gran G pintada y, por supuesto, su enorme capa.
Quizá quiera ser un Don Quijote y tener muchas aventuras, como pelear con gigantes que parecen molinos, o ser la conciencia de un pequeño niño de madera, o tal vez un juglar que camina por el mundo cantando sus poemas y tocando su violín. También un filósofo con problemas existenciales severos, que busca solucionarlos cuestionando hasta por qué ladran los perros, o un gran mago que saca conejos de un sombrero y que corta personas por la mitad.
Tal vez desee muchas otras cosas, pero creo que lo que en realidad desea más, es no ser aplastado por algún ser humano desvelado, y que sólo lo dejemos cantar.

Aquiles

Patroclo ha muerto. Lo he visto. He peleado por su cuerpo que ahora se cubre de moscas. Suplico piedad a los dioses para que no permitan que su cuerpo se descomponga. Escuchan mis ruegos y un néctar que cae del cielo lo cubre y lo conserva.
El dolor me envuelve como un manto que me asfixia. Encontraré al hombre que me lo ha arrebatado y pelearé con él, pelearé hasta la muerte. Le ofreceré su sangre a Hades y se la entregaré gustoso. No temo morir, pues viviré para siempre. Mi vida será corta, pero mi memoria será eterna.
He rogado a mi madre fuerza y me ha dado una armadura. Le pedí valor y me consoló con sus palabras. Mis dioses me acompañan en esta dura travesía, haciendo certera mi lanza y guiando la mano que maneja la espada.
Mi mente se nubla, pero debo ser fuerte, por Patroclo, por mí y por mi pueblo. Pagará y de eso me aseguraré. Lucharé contra él hasta que exhale su último aliento, veré cómo se extingue, poco a poco, cómo se derrama su sangre, gota a gota. Sólo le pido a Hades que sufra aún después de su muerte.
Héctor. Escucho su nombre en mi cabeza una y otra vez. Lo detesto, lo aborrezco tanto que me aterra. Pero no, no puedo permitirme tener miedo, no puedo permitirme ser débil. Quiero sangre y quiero muerte, quiero vengar el honor de mi hermano que ahora yace inerte.
Lo buscaré y lo cazaré sin piedad, como a un vil animal. Lo doblegaré y demostraré que el mejor guerrero de Troya no vale nada. Ésta no era mi guerra, pero él la hizo mía, y ahora pagará las consecuencias.
Lo destrozaré ante las puertas de su pueblo y su gente será mi testigo. Perecerá y yo celebraré su muerte con una copa de vino. Me pedirá piedad y se la negaré, me pedirá perdón y no se lo daré. Rogará al cielo y a los dioses nunca haber nacido. Caerá ante mí, así como lo hará su pueblo después de él.
Así que huye Héctor, huye cobarde, porque cuando te cruces en mi camino hallarás el sueño eterno. Podrás escapar, pero no por siempre. Te encontraré entre esta nube de cuerpos, aunque en eso se me vaya la vida.
Mi rostro será lo último que verás y sonreiré, porque con tu muerte cobraré mi honor, y el honor de mi hermano quedará restablecido. Besarás el polvo ante los ojos de tu padre y tu mujer no podrá llorarte.
Te vengaré entonces, Patroclo, derramaré la sangre de Troya para calmar mi dolor y el tuyo, y después te enterraré y reposarás.
Espérame pues hermano mío, que me reuniré pronto contigo y descansaremos juntos por toda la eternidad.

miércoles, 13 de julio de 2011

Es realmente triste... 2

—Es realmente triste —la escuché decir—, que para encontrarme tengo que verme en el espejo.

viernes, 8 de julio de 2011

Semblanza

Bren nació en un Converse gigante de color rojo. Fue educada por las estrellas, el universo y la magia. Su esencia se encuentra en el color morado.
  Ahora vive en el mundo dentro de su cabeza. Es guardiana de un zoológico fantástico ubicado justo en el centro del laberinto de su cerebro. Asiste a subastas de cosas perdidas en el país de Nunca Jamás, para después tomar el té y discutir, mientras come pastelillos y galletas, temas relevantes como en qué se parece un cuervo a un escritorio.
  Le gusta hacer viajes sobre notas musicales y visitar jardines de objetos de colección. Tiene largas conversaciones con sus libros y cuadernos, y ha sido muchas veces retratada por los personajes que ha ilustrado.
Disfruta ver películas con los protagonistas de sus videojuegos y le divierte pasear a sus perros, pero muy de vez en cuando.



Semblanza hecha con la colaboración de "The English Martian". (http://englishmartian.blogspot.com/).

lunes, 27 de junio de 2011

Sueño

Un zombie se comió mi cerebro. Le dio indigestión. Me dijo que nunca aceptaría otra invitación a comer. Creo que mis pensamientos fueron malos condimentos. Estaba muy molesto. Me disculpé y le regalé un Alka-Seltzer. Se lo tomó. Le explotó el estómago. O lo que quedaba de él. Ahora guardo dentro de un frasco los restos de mi cerebro. Está revuelto con el estómago del zombie molesto. O lo que quedaba de él.

jueves, 9 de junio de 2011

Insomnio

Cambio el insomnio por un pastel de zanahoria...
Cambio el insomnio por el álbum de Naruto...
Cambio el insomnio por un perro rapado...
Cambio el insomnio por un salvavidas ahogado...
Cambio el insomnio por un foco fundido...
Cambio el insomnio por un zombie con lepra...
Cambio el insomnio por la uña del dedo chiquito del pie izquierdo de Eddie Vedder...
Cambio el insomnio por un pájaro buzo...
Cambio el insomnio por un robot asesino...
Cambio el insomnio por un pirata enojado...
Cambio el insomnio por un boleto de ida sin regreso a Tatooine...

Cambio el insomnio por lo que sea... sólo quiero dormir...

lunes, 6 de junio de 2011

Mi ciudad

Mi ciudad es una copia barata de Tatooine. Es un desierto con edificios, con narcos en vez de Hutts y vendedores de piratería en vez de Jawas.


Amo mi ciudad...

domingo, 29 de mayo de 2011

Carne

—¡Esta carne está deliciosa!, ¿quieres probar? —le dijo, ofreciéndole su pierna para que la mordiera.

lunes, 23 de mayo de 2011

Quiero trabajar...

- Quiero trabajar como ringmaster en un gran Circo de Pulgas…
- Quiero trabajar plantando corales en las nubes…
- Quiero trabajar pintando las alas de las mariposas…
- Quiero trabajar en un submarino dentro de un volcán…
- Quiero trabajar haciendo abanicos con alas de mosca…
- Quiero trabajar entrevistando a personas importantes en sus tumbas…
- Quiero trabajar como estilista de Medusa…
- Quiero trabajar haciendo Converse para duendes…
- Quiero trabajar como niñera del hijo del Yeti…
- Quiero trabajar haciendo sombreros para peces…
- Quiero trabajar recolectando pelos de ranas calvas…
- Quiero trabajar como conejillo de indias del Dr. Jekyll…
- Quiero trabajar como probadora de venenos de Flavia de Luce…
- Quiero trabajar como espantapájaros en un campo de maíz…
- Quiero trabajar como bailarina de ballet en una cajita de música…
- Quiero trabajar buscando ojos de repuesto para el Cíclope…
- Quiero trabajar como ayudante de Vincent Price…


Realmente quiero...

domingo, 22 de mayo de 2011

Rojo

Sentada frente al espejo se limpiaba la cara con un pañuelo. Quería deshacerse del color rojo de sus labios, pero también del de sus manos. La sangre le había manchado el vestido. Deseaba cambiarse y quemarlo, junto con todos los malos recuerdos que tenía de esa noche. Y de las anteriores.
Lloraba a ratos, regañándose a sí misma por no haberlo evitado. No debía sentir lástima por él, no tenía por qué. Lo único que hizo en su vida fue dañarla. Estuvo demasiados años a su lado. Soportó tanto que ahora que ya no estaba, a pesar de que la había torturado, empezaba a extrañarlo.
Lo veía con sólo cerrar los ojos. En su cabeza se repetía constantemente, escena por escena, lo que sucedió. El golpe, la caída, la sangre, el ansia, el corazón que paraba. Una y otra vez. Pero lo que más recordaba era el rojo que salía del cuello. El rojo que tanto había querido probar. El rojo que deseaba y que la llevó a matar.

Es realmente triste...

Es realmente triste —lo escuché decir—, que los únicos mensajes que tengo en mi contestadora, son los que me dejo a mí mismo.

viernes, 20 de mayo de 2011

I want to live in a planet where...

- I want to live in a planet where you can change the color of the sky every day…
- I want to live in a planet where trees have 100 dollar bills instead of leaves…
- I want to live in a planet where flowers grow on the clouds…
- I want to live in a planet where it rains from the ground up…
- I want to live in a planet where snow has different flavors…
- I want to live in a planet where, with just a clap, you can go from day to night…
- I want to live in a planet where birds live under water and fish fly…
- I want to live in a planet where people travel in gum bubbles…
- I want to live in a planet where you can keep a lightning in a jar…
- I want to live in a planet where you can lasso a tornado and ride it…
- I want to live in a planet where rainbows are made of Skittles…
- I want to live in a planet where there are cupcakes instead of clouds…
- I want to live in a planet where books read you stories every night…
- I want to live in a planet where cows are candy dispensers…
- I want to live in a planet where my best friend is a zombie…


I'm going to live there one day...

sábado, 14 de mayo de 2011

La muerte de Sybil

Los destellos lastimaban mis ojos. Tenía frío pero me sentía extrañamente cómoda. Flotaba. El cabello me rozaba la cara, pero por alguna razón no me molestaba.
¿Alguna vez has sentido que vuelas? Así me sentía. Esa sensación que tanto añoras cuando te sientes ahogada, cuando sientes que te hundes a pesar de luchar contra el abismo.
Es curioso, nunca pensé que esto pasaría. Esta mañana mientras tomaba el desayuno pensaba en mí, en mi familia, el trabajo, la vida. Mi cabeza estaba tan llena que parecía a punto de explotar. Pero ahora, ahora estaba vacía. Sólo era capaz de sentir, sentir sin pensar, sin racionalizar cada sensación, cada movimiento, cada reacción de mi helado cuerpo.
Deseaba tener algo con que taparme. Me hubiera gustado tener conmigo el edredón que me regaló la abuela.
Comencé a moverme con la esperanza de calentarme. Lo intenté una y otra vez pero no funcionó. Me sentí como cuando tienes de esos sueños en los que, por más que quieres correr rápido, hay algo que te detiene y te hace ir más lento.
Me pregunté qué hora sería. Como si el tiempo fuera importante, como si fuera a ir a algún lado. Me reí con ese pensamiento. Irme. No lo habría pensado de no encontrarme en esta situación.
Estaba encantada con él, con este lugar. Había deseado durante tanto tiempo venir aquí que... bueno, el lugar sigue siendo hermoso. Sobre todo éste. El azul intenso, los rojos y naranjas, las texturas, los sabores, tantas cosas.
Nunca imaginé que cambiaría, ni siquiera me pasó por la cabeza que era otra persona, pero como dicen por ahí, nunca terminas de conocer a alguien, o algo por el estilo.
Me mecía de un lado a otro con el cuerpo totalmente suelto. El frío ya no era tan intenso, incluso podría decir que era casi imperceptible. Me sentí bien por eso. Ahora sí podía relajarme y disfrutar de lo que me rodeaba.
Mis ojos habían tardado en acostumbrarse, pero ahora lo veía todo claro. Podía ver a todos esos seres viviendo tranquilamente. Cómo deseaba ser uno de ellos. Vivir para vivir, un día a la vez, hacer las cosas sólo por sobrevivir, no tanto por sobresalir.
Poco a poco el dolor en mi pecho se hizo más grande. Quizá no lo percibí antes por estar concentrada en no estar concentrada, en simplemente estar. Intenté luchar contra la sensación y por más que rogué que se fuera no lo hizo, al contrario, siguió creciendo y creciendo hasta volverse insoportable, y justo cuando pensé que no lo soportaría más, cesó, seguido por una calma que no podría describir aún cuando la volviera a experimentar. Fue extraordinario. Me solté, cual hoja al viento. Me sentí libre y olvidé todo. Lo bueno, lo malo, el hubiera, el no quisiera, todo.
Fue entonces que me di cuenta, cuando al fin comprendí que estaba muriendo. Me ahogaba, me hundía cada vez más y no hacía nada por evitarlo.
Nunca había pensado en la muerte, al menos no en la mía. Ni siquiera ahora que estaba tan cerca podía hacerme a la idea. Moría y no había nada que pudiera hacer al respecto.
Entonces la vi, su mano, esa mano que alguna vez me protegió, ahora me empujaba más y más hacia el abismo. No luché, no tenía la fuerza suficiente así que lo dejé, y me quedé ahí, flotando, con los brazos abiertos, admirando la belleza del mar.

viernes, 13 de mayo de 2011

Para dormir se cuentan cuentos...

El Coco salió corriendo de mi closet. Le tiene miedo a la obscuridad igual que yo. El Monstruo que vive bajo mi cama le prestó una cobija y una almohada para que pueda acostarse. Se cuentan cuentos para dormir. Escucharlos me tranquiliza. Es como cuando mi mamá me contaba el cuento de "Había una vez un gato, con los pies de trapo y los ojos al revés, ¿quieres que te lo cuente otra vez?". Le decía que sí cada vez que me preguntaba... hasta que me quedaba dormida.
Al Coco y al Monstruo que vive bajo mi cama les gusta mucho ese cuento. Lo repiten una y otra vez...hasta que me quedo dormida.

viernes, 29 de abril de 2011

I want to live in a world where...

- I want to live in a world where the characters of my short stories invite me to tea parties...
- I want to live in a world where ravens are like writing desks...
- I want to live in a world where mirrors are portals to other dimensions...
- I want to live in a world where you can go to Disney World for free...
- I want to live in a world where the clouds taste like cotton candy...
- I want to live in a world where dogs can talk...
- I want to live in a world where the rain tastes like grape juice...
- I want to live in a world where cars have marshmallows instead of wheels...
- I want to live in a world where you can record your dreams...
- I want to live in a world where you can see your nightmares trapped in the dreamcatcher...
- I want to live in a world where you can change the weather just by pushing a button...
- I want to live in a world where you never ever get sick...


I really want to live there...

sábado, 23 de abril de 2011

El niño que no podía dejar de comer

Había una vez un niño al que le gustaba tanto comer,
que podía pasarse todo el día en la cocina.
Chocolates, panqués y rollos de canela eran sus favoritos,
los comía en el desayuno, en la comida y hasta en la cena.
La pobre de su madre se preocupaba mucho,
porque veía que su barriga crecía y crecía.
Cuando su mamá le prohibía que comiera y le cerraba la cocina,
se salía al jardín, pero en vez de jugar, cortaba las flores y se las comía.

Estaba tan gordo que sus brazos y sus piernas se veían muy pequeños,
y de la cabeza apenas se le veía el pelo.
Un día se despertó y no se pudo levantar.
Gritando llamó a su madre para que fuera a ayudarle.
Quería ir a la cocina porque tenía hambre.
Comía como desesperado, agarrando todo a su paso.
Huevos, sardinas y también sándwiches,
jamón, pizza y rebanadas de sandía.
Bebía leche y aguas frescas para pasar la comida,
aunque un poco de refresco le alegraba el día.

Llegó un momento en que, a pesar de estar tan lleno,
se comió un pastel recién horneado que su mamá le había hecho.
Feliz y emocionado y con la cara embetunada,
pedía más comida y agua porque sentía que se ahogaba.

De pronto algo inesperado pasó, y un temblor agitó la cocina.
La gran barriga del pequeño niño se sacudía sin parar.
Muy asustado rodó hasta la salida,
con mucho esfuerzo llegó hasta al jardín
y con la esperanza de detener a su barriga,
para que no se inflara más,
arrancó rápidamente algo de pasto
y empezó a masticar.

El pobre niño, sin darse cuenta de su error,
siguió comiendo todo lo que consiguió.
Chicles masticados y colillas de cigarros,
hasta un gancho de la ropa que su madre había tirado.
De repente mientras se inflaba
y muy feliz recordaba todo lo que había comido,
la gran barriga del niño dejó de temblar.
Entonces, cerrando los ojos le dijo adiós a su madre
y sonriendo aliviado explotó.

Nadie cree que todo esto fue real.
Ese niño era mi vecino y yo lo vi explotar.
Puedo decir que nunca lo había visto tan feliz como ese día,
incluso más que cuando comía, en el cual por fin logró descansar.

Grim "mini" short story

—Today is a good day —he said after seeing his dead body lying under a bus.

viernes, 22 de abril de 2011

Un minuto más

Me dicen el fin, me llaman la Muerte, algunos me temen, otros me desean, otros no quieren encontrarme, pero es inevitable, soy eterna e indispensable.
Miradas, voces, miles de pensamientos, ruegan por más tiempo, piden. Los escucho atentamente, los veo. Viven la vida sin darse cuenta de lo que vale. La usan, la malgastan, y cuando llega el final, me piden un minuto más. Y pensar que valoran más ese minuto que todo lo que dejan atrás. Me entristece. Ojalá fuera tan fácil, ojalá que con el sólo hecho de arrepentirse pudieran salvarse.
Durante sus vidas trato de advertirles, de hacerles entender que nada en su vida es gratis. Es triste que tenga que llegar ese momento para que aprecien todo lo que perderán. Una caricia, una mirada, todo lo que no supieron valorar. Sólo se acuerdan de mí cuando deciden vivir.
No puedo decir que lo siento, porque a fin de cuentas tengo que hacerlo. Tengo que llevármelos, uno a uno, aunque eso signifique el fin del mundo.
Así que cuando llegue el momento de que camines a mi lado, puede ser que sólo te conceda un minuto más. Aunque si lo llegas a pensar, un minuto puede ser una eternidad.




Este cuento lo "metí" en un concurso que hizo Gandhi, bueno, una versión más corta...tal vez no lo publiquen, pero al menos tuve el valor para enseñarlo...

Reunión de familia

Estaban todos sentados a la mesa. No recordaba la última vez que los había visto. Optimista, creyó que una reunión familiar sería lo ideal para pasar las fiestas.
Al principio, todos muy cordiales se saludaron de beso y abrazo, y se sentaron a cenar. Contaron historias y recordaron sus infancias, hasta que empezaron a reñir por tonterías de las que ella ni siquiera se acordaba.
Minutos después, sentada a la cabeza de la mesa, sonreía porque todo estaba en calma. El silencio la complacía. Todos en la mesa callaban.
Dejó entonces su copa y se levantó. El veneno había actuado rápido. Una agradable reunión de familia.

jueves, 21 de abril de 2011

El perro

Curiosamente hoy he andado muy "GRIM". Este mini cuento se me vino a la cabeza porque escuché a uno de mis perros. Pobrecito, si supiera lo que he escrito, dejaría de quererme...


Escuchaba ladrar a su perro. Intentaba dormir pero el animal ladraba sin cesar. Con la esperanza de dejar de oírlo se tapó la cara con la almohada. No funcionó. Para detener a su mascota se levantó y muy enojado salió rápidamente al jardín, sólo para encontrar la cabeza del perro colgando, junto a la grabadora que él mismo había dejado, con los ladridos del perro grabados y el volumen al máximo.



Un poco raro, es verdad...pero si no lo escribía, no me lo iba a poder sacar de la cabeza...

No más

Decidió que esa era la última vez que se tropezaba. Estaba harto de pasar más tiempo en el piso que en su cama. Se dirigió al sótano. Bajando las escaleras hablaba en voz alta y decía: No más. Entonces se sentó en una caja, tomó una sierra y se cortó las piernas.

Zombie

Con un estornudo le salió el cerebro por la nariz. Estupefacto vio cómo se deslizaba por la pantalla de su computador. No hizo nada más que mirar. Su cerebro moría. Su color rosado cambiaba a gris y él no hacía nada más que mirar. Sólo mirar.

Va otro cuento

Es curioso cómo se forma una imagen en tu cabeza, que mientras estás escribiendo, aparece constantemente para recordarte que debes de contar su historia...

El espejo

Dicen que mi piel es blanca y suave, pero yo la veo rota y gastada. De pie frente al espejo empiezo a contar las grietas, una, dos, tres… no puedo seguir más, me volteo con la esperanza de que se vayan. Me entristece.
¡Era tan bonita! Mis mejillas, antes eran rosas, ahora el color se ha ido de mi cara. Mi cabello se cae. Dicen que eso sucede al envejecer, pero se suponía que yo no lo haría, que sería una niña para siempre, como una imagen congelada, como una pintura. Sí, eso deseaba ser, una pintura por la que el tiempo nunca pasa.
Sigo mirando mi reflejo, veo mis grandes ojos azules y me doy cuenta de que el brillo y la estrella que los adornaba se han desvanecido.
Ahora sé que tomaré una mano y tendré que sentarme a la mesa... buenos modales, té y galletas. Después de un rato se volverá aburrido y estaré otra vez frente al espejo.
Veo mis manos reflejadas y toco mi cara. Están heladas. Mi vestido está sucio, casi ha perdido los holanes y tiene hoyos en la falda. Recuerdo que era blanco con rosas en las mangas. Ahora es amarillo, y las rosas, extraviadas.
Perdí un zapato hace tiempo. Fue en una excursión en la selva, o tal vez en un safari en África. Lo único que queda es la triste y fea calza.
Miro mis dedos que salen por los agujeros. Tengo las uñas blancas, me gustaría que fueran rojas, ojalá me las pintaran.
Entra y sale, me ignora. Eso me gusta, el no tener que poner mi mejor cara y agradarle, el poder ser yo misma y no jugar a que tengo múltiples personalidades.
Quisiera pedirle que no gritara, que aunque fuera por un momento dejara de moverse. Intento abrir la boca, pienso las palabras pero no logran salir, no puedo hacerlas salir. Sufro. ¡Tengo tanto que decir! Me frustro y lloro, pero lloro sin lágrimas, mis ojos están secos, así como mi cara.
Tiembla y caigo del lado. Quiero moverme, volver a sentarme pero estoy rígida, como si estuviera entumecida. Tendré que quedarme así hasta que regrese. Pasó a mi lado y ni siquiera se dio cuenta. Es más fácil ignorarme. Me dejará ahí hasta que le dé la gana, pero, ¿cómo hablarle o gritarle, o siquiera reclamarle, si tan sólo soy una vieja hecha de porcelana?

miércoles, 20 de abril de 2011

I want to go to a party where...

- I want to go to a party where everybody is by themselves and doing nothing...
- I want to go to a party where everybody is dancing in their heads...
- I want to go to a party where the cake complains that everybody is ignoring him...
- I want to go to a party where the music is being played by a deaf man...
- I want to go to a party where everybody is using lightsabers as chopsticks...
- I want to go to a party where everybody talks with their eyes...
- I want to go to a party where everybody brings the monster that lives under their beds...
- I want to go to a party where everybody is sleeping and partying in their heads...
- I want to go to a party where everybody is on monocycles and laughing as hard as they can...


I really want to go...

Sometimes I wish...

- Sometimes I wish I could just be a really big fish...
- Sometimes I wish I had purple hair...
- Sometimes I wish I could read 3 books a day...
- Sometimes I wish I wasn't afraid of cats...
- Sometimes I wish I was Yoda's padawan...
- Sometimes I wish I was friends with Dr. Jekyll...
- Sometimes I wish I was Tim Burton's minion...
- Sometimes I wish I could see the words I speak...
- Sometimes I wish I was brave enough to sing in a karaoke bar...
- Sometimes I wish I lived in a horror movie...
- Sometimes I wish I was an air guitar master...
- Sometimes I wish I could work for Willy Wonka...
- Sometimes I wish I could live in a pineapple under the sea...
- Sometimes I wish I could go back to my home planet Tatooine...
- Sometimes I wish I could paint the music in my ears...
- Sometimes I wish I could live in a pocket watch...
- Sometimes I wish I had a hat with a cat...
- Sometimes I wish I had the magic book of the Neverending Story...
- Sometimes I wish I was a killer ninja...
- Sometimes I wish I could run as fast as a turtle...
- Sometimes I wish I could live in the world inside my head...
- Sometimes I wish there could be an all-you-can-eat french fries buffet...
- Sometimes I wish I was a Thestral...
- Sometimes I wish I was a portrait on the wall...
- Sometimes I wish I could live inside the mirror mirror on the wall...


Sometimes I wish...

domingo, 17 de abril de 2011

Un gato negro atropellado

Un día de aquellos manejaba por un importante y baleado boulevard de la ciudad cuando vi al pequeño gato que inspiró este cuento...

A un lado de la acera yacía un gato negro atropellado,
acostado de lado como si estuviera dormido.
Estaba todo despeinado, tenía la lengua de fuera
y sus ojos habían desaparecido.
Se podía ver su alma flotando arriba de su cuerpo,
con pequeñas alas de ángel y un diminuto halo.
Pensaba que era muy cierto,
que cuando vas a morir,
lo último que ves es una luz cegadora,
no sabiendo que esa luz no provenía del cielo,
sino del coche que lo había atropellado,
y todo por culpa de un conductor despistado.

Me pregunto...otra vez

- Me pregunto si se le veían los calzones a Mary Poppins cuando volaba…
- Me pregunto si mi vida es el sueño bizarro de un Pitufo…
- Me pregunto cómo serán los hijos de Piggy y Kermit…
- Me pregunto por qué los hombres se asustan cuando las mujeres piensan…
- Me pregunto qué siente un pañuelo desechable cuando se llena de mocos...
- Me pregunto cómo sería que los toros torearan a los toreros...
- Me pregunto si el Sombrerero Loco es pariente del Quijote...
- Me pregunto cuánto le dolió el zapatazo al Gato Viudo...
- Me pregunto por qué la pizza fría sabe mejor...
- Me pregunto cómo sería si las lágrimas fueran de fresa...
- Me pregunto cómo sería si nuestras piernas fueran de resorte...
- Me pregunto por qué pasamos cuando dice Prohibido Pasar...
- Me pregunto por qué no puedo tener mi Mustang 68, mi Bumblebee o mi Impala 69...
- Me pregunto si Rapunzel tenía orzuela...
- Me pregunto por qué se les dice Cuentos de Hadas si no en todos aparecen hadas...
- Me pregunto si Dexter encontrará la cura para el cáncer en su laboratorio...
- Me pregunto si en la otra vida Johnny Depp aceptará casarse conmigo...
- Me pregunto si en la otra vida querré casarme...
- Me pregunto si Snoopy es en realidad un filósofo reencarnado...
- Me pregunto cuántos borreguitos necesito para no tener insomnio...
- Me pregunto en quién desearía reencarnar un grillo...
- Me pregunto si a Yogi le dio diabetes después de tantos pasteles...
- Me pregunto a qué le tiene miedo el Boogeyman...
- Me pregunto si Rosita Fresita tiene crisis existenciales...
- Me pregunto cómo sería si no hubiera nacido y Walt Disney me hubiera inventado...
- Me pregunto si alguna vez la señora Claus le ha sido infiel a Santa...
- Me pregunto si Kitty será soltera para siempre...
- Me pregunto si Pitufina es la mamá de todos los Pitufos...
- Me pregunto cuántos litros de botox se necesitan para desarrugar a un Shar Pei...
- Me pregunto cuánta cera se necesita para depilar al Yeti...
- Me pregunto cuántas demandas por violencia doméstica han interpuesto las puertas...
- Me pregunto qué pensará el Arbolito de Navidad de que ninguno de los regalos es para él...
- Me pregunto si las películas tienen déjà vu cuando les ponen rewind...
- Me pregunto si los globos le temen a las agujas...
- Me pregunto si las agujas le temen a los globos...
- Me pregunto qué tan rápido desecharía Edgar Allan Poe mis cuentos si los leyera...
- Me pregunto si el Oso de la Coca se siente explotado...no lo sé, tal vez...

lunes, 21 de marzo de 2011

Me pregunto...

Ayer me hice a mi misma muchas preguntas

- Me pregunto cómo será mi otro yo de la dimensión desconocida…
- Me pregunto cuántas cosas habrá debajo de las arenas movedizas…
- Me pregunto si Willy Wonka realmente inventó la tele-transportación…
- Me pregunto si Murnau era en realidad un vampiro…
- Me pregunto si al cochinito alcancía le duele cuando le echas monedas…
- Me pregunto si a Superman le aprietan las mallas…
- Me pregunto si Mickey Mouse en realidad es feliz…
- Me pregunto qué pensará una mosca antes de ser aplastada…
- Me pregunto cuánto sufren los zapatos con pies olorosos como dueños…
- Me pregunto a cuántos lectores les dolerán los ojos al leer mis cuentos…
- Me pregunto qué debo hacer cuando me dicen regresa por donde viniste, si no recuerdo el camino…
- Me pregunto qué debo hacer cuando me dicen vete a la ch***da, si no sé dónde es…
- Me pregunto si un foco se molesta cada vez que lo apagan…
- Me pregunto si a las flores les duele con el me quiere, no me quiere...
- Me pregunto qué pensaría mi cabeza si me la cortaran…
- Me pregunto si las princesas de Disney son en realidad unas Stepford Wives…
- Me pregunto qué me dirá mi espejo cuando tenga 80 años…
- Me pregunto si mis Converse se hartan de que los ame…
- Me pregunto si Samurai Jack querrá hacer la película, o ya existe y no quiere enseñarla…
- Me pregunto si mis gemelos Justino Bulmaro y Anselmo Jacinto ya saben que seré su madre…
- Me pregunto si mis gemelos se burlan de mí desde el cielo…
- Me pregunto qué diablos me fumé para estar con tantos me pregunto…
- Me pregunto cómo hubiera sido, si hubiera sido normal…
- Me pregunto quién será el padre de mis gemelos…
- Me pregunto si Scooby Doo era la doble personalidad de Shaggy, o viceversa…
- Me pregunto si el Titanic soñó alguna vez con ser buzo…
- Me pregunto en cuánto tiempo me comería una marabunta…
- Me pregunto si Bob Esponja usa desodorante…
- Me pregunto quién se acabó mi jugo de naranja…
- I wonder why am I now wondering in English…
- Me pregunto si los zorrillos se huelen a sí mismos y se provocan nauseas…
- Me pregunto por qué a la gente blanca se le dice blanca y no beige…
- Me pregunto cuántos elefantes se necesitan para romper la tela de una araña…
- Me pregunto qué marca de sombra usa Batman para pintarse los ojos…
- Me pregunto qué sentirá una almohada cuando se llena de baba…
- Me pregunto qué sentirá la baba cuando cae en la almohada…
- Me pregunto qué sentirá Sherlock Holmes de que Blue le está quitando el trabajo…
- Me pregunto si la Tooth Fairy tiene un fetiche por los dientes…
- Me pregunto si The Sandman se ha dormido alguna vez a sí mismo…
- Me pregunto si alguna vez dejaré de preguntarme…
- Me pregunto si a la Estatua de la Libertad le duele el brazo…
- Me pregunto qué pasaría si te ahogaras con un Life Savers, si se supone que salvan vidas…
- Me pregunto qué sentirán los resbaladeros con tantos traseros pasando por ellos…
- Me pregunto qué pasaría si Santa Claus tuviera un hijo ilegítimo…
- Me pregunto qué pasaría si no pasara nada…
- Me pregunto qué tela usaría Levis si no existiera la mezclilla…
- Me pregunto cómo viviríamos si nuestras casas fueran de jengibre…
- Me pregunto en cuánto tiempo nos mataríamos si nadie durmiera…
- Me pregunto qué pasaría si Paris Hilton aceptara que es caricatura…
- Me pregunto qué pasaría si mi perro pudiera leer la mente…
- Me pregunto cómo sería que las vacas dieran leche con chocolate…
- Me pregunto cuándo me cansaré de preguntarme…y
o creo que nunca…

domingo, 20 de marzo de 2011

Lo que Sofi dice...#3

Sofi me dice mientras la peino: "Te voy a cantar una canción
♫♪ Muchas casitas se columpiaban en una tela de cocodriiiilooos ♫♪"

Yo creo que nadie podría reescribir esa canción mejor que ella...

jueves, 17 de marzo de 2011

Lo que Sofi dice... #2

Sofi antes de subirse a los jueguitos de Burger me dice: "Te subes al juego, si quepes aunque seas gande, subes los escalones, luego te vas arrastrando como serpiente, luego cuando llegues al azul de la subida, te resbalas por el resbaladero."

Aunque quisiera...no hubiera cabido =/

Lo que Sofi dice... #1

Sofi me apunta con una pistola de agua y me dice: "Te estoy matando toda!"
Entonces, sí estoy bien muerta...

viernes, 21 de enero de 2011