miércoles, 5 de septiembre de 2012

¿Los insomnes sueñan con borreguitos blancos?

Sé que no puedes dormir. Yo tampoco. Tantas cosas ocupan nuestras cabezas, que no podemos hacerlas a un lado y simplemente cerrar los ojos y dormir. Creo que tu problema es peor que el mío, pero a fin de cuentas se llama igual: insomnio. Una palabra terrible, si lo llegas a pensar. Debes encontrar una manera de combatirlo.
            Tu misión, si decides aceptarla, será encontrar una solución definitiva para el problema del insomnio. No te preocupes, este mensaje no se autodestruirá, eso te pasará a ti si continúas sin dormir.
Bien. Para empezar necesito que me acompañes. Vamos, no te pido que me tomes de la mano, sólo que vengas conmigo. Haremos un pequeño ejercicio. Cierra los ojos. Ciérralos, ¿por qué la desconfianza? Ahora imagina que estás en el campo, que la brisa corre y… te llaman por teléfono.
Empecemos de nuevo. Cierra los ojos e imagina que estás en el campo. Sientes una brisa relajante y a lo lejos ves un rebaño de lindos borreguitos que brincan por doquier. Síguelos con la mirada. Cuéntalos, uno, dos, tres. Respira profundo. Mientras lo haces, sigue contando, cuatro, cinco, se… asustaste a los borregos. Concéntrate, si no pones de tu parte no lograremos nada.
Mejor hagamos una lista de lo que puede ayudarte a dormir. Yo empiezo:
1- Toma una taza de leche caliente (si te gusta o si no eres intolerante a la lactosa, aunque existe la leche deslactosada).
2- Toma una taza de chocolate caliente (de esa marca gringa o la del conejito, incluso la del niño pantera. Escoge la que sea de tu preferencia. Evítalo si te provoca migraña).
3- Lee un rato antes de dormir (lo malo es que si el libro se pone interesante, no podrás dejarlo y menos vas a descansar).
4- Trabaja como demente todo el día para que, al llegar a tu casa, caigas como saco de papas en tu cama (estar conectado a las redes sociales no cuenta como trabajo).
5- Terapia (no es que tengas problemas mentales, es para descubrir lo que no te deja dormir).
6- Haz… oye, ¡despierta!, que todavía no terminamos.
6- Haz ejercicios de meditación (deja a un lado tus obsesiones, al menos a la hora de dormir).
7- … ¿se te ocurre algo? A mí ya se me acabaron las ideas. No podemos darnos por vencidos. Lograré que duermas aún cuando se haya terminado este cuento.
Intentemos de nuevo la relajación. Cierra los ojos. Imagina que caminas por… ¿dónde?... un bosque con árboles enormes. Es de noche. Vas recorriendo tranquilamente un sendero, cuando a lo lejos escuchas… la voz de tu jefe pidiéndote ese reporte que no has entregado. Vaya que eres difícil. No puedes ni por un momento dejar de pensar en las cosas que te preocupan.
Ya sé qué podemos hacer. Una buena opción son las pastillas para dormir. Aunque dicen que crean adicción. Yo las tomé un tiempo y… oye, ¡oye! Mira que dormirte cuando lo que quiero es ayudarte. Si mañana no puedes dormir, no vengas a pedirme ayuda. Es una grosería quedarse dormido cuando una persona está hablando. Pero bueno, al menos ya encontraste la solución a tu problema.