sábado, 27 de septiembre de 2008

Crónicas de un cerebro desempleado- Capítulo III

20 de Mayo del 2008


Aburrimiento crónico, otro mal que acecha a mi cerebro desempleado.
Encontrar desesperadamente algo que hacer se vuelve casi una misión imposible (chale, ahora no podré sacar esa tonada de mi cabeza...).
Otro problema del desempleo es que cuando terminas de hacer tus deberes en casa no tienes nada que hacer. Estos momentos de aburrimiento pueden ser nefastos, incluso depresivos, sin claro bastar la depresión en la que me encuentro por no tener trabajo.
Ya terminé de arreglar mi cuarto, ya vi otra vez mis películas favoritas por décima vez, o quizá más...ya reacomodé mis películas por género, pasé en limpio la lista de las que quiero comprar, revisé mi inventario (si, inventario, porque por muy bizarro que se escuche es muy efectivo, digo no gasté casi la mitad de mi sueldo en películas para encontrar que me falta una por alguna razón inexplicable que termina siendo que un duende la tomó prestada pero casualmente aparece en el cuarto de mi hermano), hasta le saqué punta a mis colores...otra vez.
Pensar que hacer desgasta, aún más que la depre del desempleo...dormiré, aunque espero que NO PARA SIEMPRE...

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